Gallo castellano

Descripción y orígenes de los gallos castellanos

Uno de los gallos más feroces es el Castellano o Combatiente Español. Esta es una raza base que ha dado origen a otras como el canario y el jerezano. Su desarrollo ocurrió en la región de Andalucía, y es una de las especies que más ha conservado las características de Gallus bankivia. El cual es una de las primeras razas de gallo que existió.

Características de los gallos castellanos

El aspecto del gallo Castellano es severo y altivo. Se cree que fue introducido por los fenicios hace unos 3000 años. Posee una cabeza en forma de águila unida a una cara llena y desafiante. Sus hombros son más anchos que la cola y tiene unos ojos vibrantes y profundos.

Este gallo posee un dorso ensanchado, lo que le da un porte erguido. Sus alas son alargadas y con una musculatura fuerte. Además, los dedos de las patas son cortos y separados.

Una de las cosas más fuertes del Castellano es su pico, puesto que puede infligir heridas considerables a su contendor.

El carácter de este gallo es delicado. Es muy buen competidor, por eso, lo usan mucho para las peleas en algunos países de América, porque en España esta práctica está prohibida. Es un gallo bravo, con coraje y que soporta muy bien los enfrentamientos.

Además, son animales a los que se les cría bajo un control determinado para garantizar la pureza del linaje. Para ello, se ubica a la madre en un gallinero en el que solo puede ser visitada por el gallo Castellano.

Su plumaje puede ser giro, cenizo, dorado, rojizo o plateado. Eso sí, tendrá mucha heterogeneidad en todo su color. Esta raza está incluida en el catálogo oficial de razas de ganado como una especie autóctona.